jueves, 28 de noviembre de 2013

Fantasmas reales en el mundo

Ankou

Hace ya algún tiempo que hemos hablado de qué son los fantasmas y de sus diferentes manifestaciones, también hemos hablado de cómo se les conoce a algunos de ellos en distintas partes del mundo, como es el caso de los Yurei en Japón, los Kuei en China o los fantasmas en Inglaterra.
Este post lo queremos dedicar a explicar otros tipos de fantasmas reales en el mundo:

Forsos: se les conoce con este nombre a los fantasmas de las islas frente a la costa norte de Australia y también en algunas partes de Nueva Guinea. Los forsos son básicamente los muertos de estos países, pero como se aburren de estar en sus tumbas, les gusta atormentar a los parientes que les sobreviven, ¿de qué manera? simple y sencillamente haciendo su vida imposible. Si algo sale mal a los vivos es casi seguro que se deba a un forso.
¿Qué hacen entonces los familiares vivos para mantener a los forsos alejados? Bueno, alejarlos es una tarea imposible, no así mantenerlos contentos y la mejor manera es hacer que se sientan acompañados, para ello deben visitar frecuentemente sus tumbas; pero la forma ideal de hacer sentir a un forso en compañía es exponiendo sus cráneos y huesos en lugares importantes de las aldeas.

Duppy, por su parte, es un espectro de las Antillas que fue revivido por alguno de sus familiares para que lleve a cabo distintos actos, a menudo, venganzas. Para traer a la vida al Duppy es necesario que la persona se ubique en la tumba del muerto y repita su nombre hasta que éste salga y se ponga a su servicio; cabe señalar que es importante que sea un familiar, en caso contrario, el Duppy puede atacarlo. A pesar del horror que puede representar toparse con un Duppy, no son realmente peligrosos y lo máximo que pueden hacer al tocar a la víctima es que ésta vomite o se convulsione.
Cuando el Duppy ha realizado su labor, el que lo trajo de vuelta a la vida, debe colocar sobre su tumba tabaco y ron, por ello la creencia general para mantenerlos alejados es esparciendo semillas de tabaco en puertas y ventanas.

Ankou son espectros que se dejan ver por los caminos de Inglaterra durante las noches y presagia la muerte de quienes los ven o de algún familiar. Quienes lo han visto aseguran que es un hombre alto y demacrado que conduce una carreta tirada por un caballo y detrás de ésta los siguen otras dos personas.

Domovoi y Domovija son los espíritus caseros rusos, generalmente buenos que lo único que buscan es un lugar donde “vivir”; por ello es fácil que se ubiquen bajo los escalones o en los sótanos de las casas rusas. La Domovija, es la que acostumbra vivir en el sótano, nunca habla y prefiere no manifestarse; sin embargo el Domovoi murmura durante las noches, esto es una buena señal para la familia. Si el Domovoi gime o gruñe, entonces la familia puede comenzar a preocuparse, ya que esto es una señal de que se avecina una desgracia.
El domovoi y la domovija nunca van a dejarse ver y si un miembro de la familia por alguna razón se topa con uno de ellos, entonces ya puede comenzar a buscar una nueva casa, pues esto es señal de una gran y terrible desgracia. Por cierto, si esto llega a suceder, lo más recomendable es dejarles pan en la cocina, pues esto los atrae.

Bodach es otro espíritu casero, pero dos características importantes lo diferencian de sus parientes rusos: 1) se instala en las casas escocesas, y 2) es malvado con los niños, especialmente con aquellos que se portan mal. El bodach es un viejo pequeño que vive en las chimeneas durante el día, pero durante las noches se desliza en las camas de los niños revoltosos, los pellizca, les abre los párpados y los mira a los ojos para que estos tengan pesadillas. Estos castigos terminan hasta que el niño se porta mejor; los niños, sin embargo, pueden liberarse de los bodach quemando sal en la chimenea.
Baykok

Baykok, espíritu con forma de esqueleto andante propio del folklore de los indios Chipewa de Estados Unidos. Las cuencas de sus ojos brillan con luz roja y se dedica a atacar exclusivamente a los guerreros con flechas invisibles.

Fuente:http://lascosasquenuncaexistieron.com/2013/10/27/fantasmas-reales-en-el-mundo

El diluvio universal en otras culturas

El Diluvio
En el Antiguo Testamento, en Génesis, para ser más específicos se habla de un diluvio universal que aniquiló a la humanidad, los únicos sobrevivientes fueron Noé, su familia y una pareja de cada especie animal:
6:12 Dios miró a la tierra, y he aquí que estaba viciada, porque toda carne tenía una conducta viciosa sobre la tierra.
6:13 Dijo, pues, Dios a Noé: “He decidido acabar con toda carne, porque la tierra está llena de violencias por culpa de ellos. Por eso, he aquí que voy a exterminarlos de la tierra.
6:14 Hazte un arca de maderas resinosas. Haces el arca de cañizo y la calafateas por dentro y por fuera con betún.
6:17 “Por mi parte, voy a traer el diluvio, las aguas sobre la tierra, para exterminar toda carne que tiene hálito de vida bajo el cielo: todo cuanto existe en la tierra perecerá.
6:18 Pero contigo estableceré mi alianza: Entrarás en el arca tú y tus hijos, tu mujer y las mujeres de tus hijos contigo.
6:19 Y de todo ser viviente, de toda carne, meterás en el arca una pareja para que sobrevivan contigo. Serán macho y hembra.
6:20 De cada especie de aves, de cada especie de ganados, de cada especie de sierpes del suelo entrarán contigo sendas parejas para sobrevivir.
6:21 Tú mismo procúrate toda suerte de víveres y hazte acopio para que les sirvan de comida a ti y a ellos.”
6:22 Así lo hizo Noé y ejecutó todo lo que le había mandado Dios.
7:1 El Señor dijo a Noé: “Entra en el arca tú y toda tu casa, porque tú eres el único justo que he visto en esta generación.
7:4 Porque dentro de siete días haré llover sobre la tierra durante cuarenta días y cuarenta noches, y exterminaré de sobre la haz del suelo todos los seres que hice
7:5 Y Noé ejecutó todo lo que le había mandado el Señor.
7:10 A la semana, las aguas del diluvio vinieron sobre la tierra
7:11 El año seiscientos de la vida de Noé, el mes segundo, el día diecisiete del mes, en ese día saltaron todas las fuentes del gran abismo, y las compuertas del cielo se abrieron,
7:12 y estuvo descargando la lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches.
7:17 El diluvio duró cuarenta días sobre la tierra. Crecieron las aguas y levantaron el arca que se alzó de encima de la tierra.
7:18 Subió el nivel de las aguas y crecieron mucho sobre la tierra, mientras el arca flotaba sobre la superficie de las aguas.
7:19 Subió el nivel de las aguas mucho, muchísimo sobre la tierra, y quedaron cubiertos los montes más altos que hay debajo del cielo.
7:20 Quince codos por encima subió el nivel de las aguas quedando cubiertos los montes.
7:21 Pereció toda carne: lo que repta por la tierra, junto con aves, ganados, animales y todo lo que pulula sobre la tierra, y toda la humanidad.
7:22 Todo cuanto respira hálito vital, todo cuanto existe en tierra firme, murió.
7:23 El Señor exterminó todo ser que había sobre la haz del suelo, desde el hombre hasta los ganados, hasta las sierpes y hasta las aves del cielo: todos fueron exterminados de la tierra, quedando sólo Noé y los que con él estaban en el arca.
7:24 Las aguas inundaron la tierra por espacio de 150 días.
Libro de Génesis
A pesar de que los científicos no se han puesto de acuerdo sobre el diluvio relatado en los textos bíblicos, resulta curioso ver que la historia del Diluvio Universal no es exclusiva del cristianismo, por extraño que parezca en diferentes culturas y diferentes épocas encontramos aproximadamente 160 relatos que hacen referencia a un supuesto diluvio que arrasó con la humanidad. A continuación mencionaremos algunos de ellos:

Acadios
gilgamesh
En el imperio acadio encontramos la Epopeya de Gilgamesh, donde Enlil, el creador, decide enviar un diluvio a la tierra como castigo a los humanos que habían omitido hacerle sacrificios.
Ea, dios de la sabiduría, advierte a Utnapishtim que construya un arca para él, su familia, los artesanos y varios animales.
El Diluvio duró seis días y aunque Enlil se pone furioso en un principio, queda satisfecho cuando Utnapishtim le hace una ofrenda.

Aztecas
En el Códice Borgia se habla de la historia del mundo dividido en varias edades, la última finalizó con un gran diluvio que envió Chalchiuhtlicue, diosa de los lagos y corrientes de agua. De acuerdo con el relato sólo Coxocoxtli, su esposa Xochiquetzal, sus hijos, varios animales y semillas sobrevivieron al diluvio mientras permanecieron encerrados en una cesta de madera. Al finalizar el diluvio Coxocoxtli soltó varias aves, sólo el colibrí regreso con una rama en su pico, lo cual fue interpretado como fin del desastre;

China
En sus relatos encontramos a Fushi y Nukua, cuyos cuerpos con forma de pez les sirvieron para nadar y sobrevivir a un gran diluvio

Egipto
En la mitología egipcia se relata que al final del reinado de la segunda dinastía el dios Ammon-Ra se sentía cansado del mal proceder de los humanos y, junto con otros dioses egipcios decidieron enviar a Tefnut, diosa de la humendad, para aniquilar a la humanidad.

India
wishnu 
En las escrituras védicas se habla de Svayambhuva Manu quien fue advertido de un próximo diluvio por una encarnación de Visnú en forma de pez (Matsya Avatar) quien además arrastró el barco y lo salvó de ser destruido. A diferencia de otros relatos diluvianos, en el caso de la India, el diluvio no proviene de la lluvia, sino de un océano en el fondo del universo.

Mayas
En el Popol-Vuh, el principal escrito de los mayas, se habla de la ira de los dioses cuando después de crear el mundo vieron que los animales,al faltarles la razón, no los adoraban; crearon entonces al hombre y la mujer del barro, pero no se podían mover. Fue así que los dioses mayas decidieron enviar un diluvio para destruir todo lo que habían creado. Después del diluvio volvieron a crear aun hombre de madera y una mujer de resina; sin embargo, Huracán, el dios de la tempestad una vez más envió resina inflamada que destruyó a estos nuevos humanos, los pocos que sobrevivieron a este diluvio de fuego se convirtieron en monos y después comenzó con ellos la actual especie de humanos.

Grecia
En la mitología griega encontramos el Diluvio Deucalión. Se dice Licaón sacrificó un niño en honor a Zeus, quien lo transformó en lobo y destruyó su casa con un rayo. Los hijos de Licaón repitieron la costumbre del padre y Zeus nuevamente los convirtió en lobo; sin embargo, en esta ocasión su ira fue tal, que desencadenó un gran diluvio con el que destruiría a la humanidad. Prometeo ordenó a su hijo Deucalión, rey de Ptia, a construir un arca e instalarse ahí junto con su esposa Pirria durante los nueve día que durara el diluvio. Al finalizar, Deucalión y Pirria se encaminaron al oráculo de Temis y ofrecieron un sacrificio a Zeus suplicándole que la humanidad fuera renovada.
Otras versiones del mito griego indican que el Diluvio Deucalión fue causado por la ira de Zeus para destruir a la humanidad por haber aceptado el fuego que Prometeo robó del Monte Olimpo. Al igual que el relato anterior, Prometeo ordena a Deucalión que construya un arca y se resguarde ahí junto con su esposa Pirria hasta que el Diluvio termine.

Fuente:http://lascosasquenuncaexistieron.com/2010/04/17/diluvio-universal

¿Cuánto tiempo duro el Diluvio?

La duración del diluvio, es decir el tiempo que duró el aguacero, fue de cuarenta (40) días.

Pero desde que entraron al arca, hasta que salieron, transcurrieron trescientos setenta (370) días.

Noé estuvo 370 días dentro del arca, del 17-2-600 al 27-2-601 (las fechas corresponden a la vida de Noé).




















Detalle de los acontecimientos como se describen en la Biblia:

Génesis 7:11 — año 600, mes 2º, día 17 Entran al arca, 7 días después de avisados (noviembre 2370 a EC, 1656 Anno Mundi)

Génesis 7:12 — Llovió durante 40 días

Génesis 8:3 — "a los 150 días"
Génesis 8:4 — año 600, mes 7º, día17 - Dado que según su fechar del 17-2-600 al 17-7-600 son 5 meses, pero dice “150 días” resulta entonces que Noé contó meses de 30 días (5 meses de 30 días = 150 días)

Génesis 8:5 — año 600, mes 10º - Van bajando aguas, aparecen las montañas
Génesis 8:13 — año 601, mes 1º día 1 - Quita la cubierta del arca y mira
Génesis 8:14 — año 601, mes 2º día 27 - La tierra queda completamente seca
Génesis 8:16 — Salen del arca 370 días después de entrar


Dimensiones: 300 x 50 x 30 codos (largo, ancho, alto) = 133,5 x 22,25 x 13,35m. Vol.:40.000 m3 Sup.:9.000 m2 (3.000 m2 c/piso)

El arca tuvo gran capacidad. De las especies hay: unos 9.000 reptiles y anfibios que podían sobrevivir fuera, unas 10.000 aves y unos 5.000 mamíferos (incluyendo ballenas y marsopas que también podían sobrevivir fuera)

También debe tenerse en cuenta que:
Más del 60 % de todas las especies son insectos;
De los mamíferos 290 son mayores que la oveja y 1.360 menores que las ratas.


Fuente: http://poesiasyvivenciasalgomas.blogspot.com/2009/01/cunto-tiempo-duro-el-diluvio.html

10 razones para no creer en el Diluvio Universal




Ciertas corrientes de literalistas bíblicos creen ciegamente y pretenden que sea enseñado en las clases de ciencia de las escuelas el que un diluvio cubrió la totalidad de tierras emergidas del planeta hace unos 4.000 años, acabando con toda la vida animal que no fue transportada en un barco de madera de reducidas dimensiones.
¿Existen razones de peso para dudar de esta afirmación? Sólamente existe una regla para este juego: no se permite recurrir a ningún proceso sobrenatural para explicar un problema. Recordemos que se pretende mostrar el fenómeno como algo “explicable” científicamente.
Veamos las diez principales razones para dudarlo que han sido ofrecidas por los lectores de “La ciencia y sus demonios”:
  • 1.- El problema de conservar una sola pareja. Indudablemente, no podría preservarse la biodiversidad del planeta mediante una única pareja de cada especie. Los problemas de consanguinidad y el cuello evolutivo que supone lo harían inviable.
  • 2.- Alimentación de los animales. La cantidad de alimento necesario para mantener durante un año a un número tan elevado de animales superaría con creces el espacio disponible. A esto habría que sumarle los requerimientos especiales de muchos de ellos, incluyendo una gran cantidad de animales vivos para los carnívoros predadores.
  • 3.- Desplazamientos de los animales. Es impensable como pudo llegar una pareja, y solamente una pareja, de animales desde todos los rincones del planeta hasta la ubicación del arca. Igualmente, no resulta creible como se pudo recolonizar toda la Tierra desde el punto de desembarco en el monte Ararat.
  • 4.- Las plantas no pudieron sobrevivir al número de días que estuvieron bajo las aguas. Según la mitología del diluvio, Noé solamente llevó animales en el arca. Es completamente imposible que las plantas sobrevivieran a un año de inundación. Tras el diluvio, se hubiera perdido la producción primaria del planeta, a excepción del fitoplancton.
  • 5.- Noé no pudo saber si el diluvio era universal o local. No pudo recorrer todo el planeta en el arca.
  • 6.- La cantidad de agua. No hay agua disponible en el planeta para generar una inundación que cubra la totalidad de tierras emergidas. De igual forma, no hay lugar donde pueda “retirarse” tal cantidad de agua tras el diluvio.
  • 7.- ¿Agua dulce o salada? Si el agua era dulce, mataría a los organismos marinos por descompensación osmótica. Si era salada, morirían los de agua dulce y además,  ¿dónde están los tremendos depósitos salados que debería haber?
  • 8.- Problemas de construcción del arca. Es imposible que seis personas construyeran un arca de la magnitud descrita en la Biblia en un plazo tan corto. Los problemas de materia prima, transporte y tiempo lo hacen inviable.
  • 9.- Recuperación de ecosistemas. Tras una catástrofe de tal magnitud, los ecosistemas se hubieran tenido que recuperar (sin productores primarios) a una velocidad inusitada como para que las parejas desembarcadas pudieran sobrevivir.

  • 10.- Ingeniería naval. El arca, por su diseño, tiene serios problemas de flotabilidad y navegación. Difícilmente hubiera podido soportar ni siquiera la inicial “subida de las aguas”.
Fuente: http://lacienciaysusdemonios.com/10-razones-para-no-creer-en/10-razones-para-no-creer-en-el-diluvio-universal/

miércoles, 27 de noviembre de 2013

¿Somos el alimento de los dioses?

Buenas.

Hace poco mirando los últimos vídeos de JL donde expone el tema de la granja humana "Granja de almas" me pareció suprema mente llamativo y decidí profundizar en el tema. Buscando en internet encontré buenas referencias:

¿Existen entidades más evolucionadas que se alimentan de nosotros, de la misma forma que nosotros lo hacemos con los animales y las plantas, sin que éstos tengan plena conciencia de nuestra existencia? Tal vez sea este el gran misterio de la ciencia esotérica humana y allende.

La revolución de los brujos es que se rehúsan a honrar acuerdos en los que no participaron. Nadie me preguntó si consentiría en ser devorado por seres de otro tipo de conciencia.  Mis padres sólo me trajeron a este mundo para ser comida, como ellos, y ese es el fin de la historia.
Carlos Castaneda, El Lado Activo del Infinito

No puedo imaginar nada más aterrador que ser el alimento de un depredador invisible. Que incluso en este preciso momento, imposible de percibir para el estado actual de mi conciencia, esté siendo devorado lentamente por una entidad evolutivamente más elevada, que, de igual manera que nosotros nos alimentamos de seres que concebimos como evolutivamente inferiores, encuentre en mí el alimento necesario para sobrevivir y posiblemente seguir escalando en la pirámide de la conciencia universal.
Pienso en aquellas películas de terror que uno ve para sentir una sensación muy particular, un rush existencial, en las que generalmente había un asesino o entidad maligna que acechaba a los protagonistas (de los cuales nosotros éramos sucedáneo). Este rol antagónico era más efectivo, generaba más miedo, en la medida en la que era más indefinido, más abstracto y metafísico. Es el horror cósmico de Lovecraft o los poderes supernaturales de los personajes de Stephen King. Pienso que tal vez este ascenso del terror en proporción a lo incognoscible, al misterio de lo paranormal,  tiene una profunda ancla en la mente colectiva de la humanidad. Tal vez es un vestigio del mirífico atisbo de los dioses y demonios que habitan el mundo –o al menos habitan la psique que proyecta, sobre la cueva de lo real, una historia del mundo.
Nos gusta pensar que en las dimensiones superiores de la evolución – si es que no somos la cereza en el pastel , la obra maestra de la evolución (o de Dios)— el universo de alguna manera se acomoda a una armonía en la que los seres conscientes conviven pacíficamente, abriendo paso en la escala cósmica sin obstaculizar el impulso ascendente de los que vienen abajo. Dice el investigador esotérico Juán García Atienza:

La realidad para el ser humano, está compuesta como una pirámide escalonada en la que nosotros ocuparíamos la cúspide, abarcando todo cuanto sube hasta nuestros pies y con el convencimiento de que, por encima nuestro, todo el inmenso cielo pertenece a una sola divinidad protectora que nos abarca y nos integra en su infinitud única e indivisible.

Ya sea que imaginemos que somos un epifenómeno exclusivo de la evolución y que no existe vida o conciencia por encima de nosotros en el desierto del espacio; que creamos que arriba de nosotros solo existe más que la legión divina, el cielo en su desnudez rutilante de fusión absoluta; o que pensemos que existen seres más evolucionados –actualmente conjuramos extraterrestres en mundos distantes—nos cuesta trabajo contemplar, con seriedad, la posibilidad de que seamos el alimento, la energía, de una especie íntimamente ligada con nuestra matriz de existencia, si bien imperceptible.  Dejamos esto a la especulación exorbitada de las conspiraciones y de los freaks del new age, pero un análisis minucioso de nuestra experiencia, mirando hacia abajo en la escala evolutiva, al menos hace plausible teóricamente que existan entidades que no percibimos del todo y que se alimentan de nosotros. De no haberlas, algo que también es posible, sería, sin embargo, un caso completamente excepcional.



En este punto quisiera detenerme brevemente para aclarar que mi intención al explorar este tema no es crear una conciencia paranoica ni tampoco revelar una epifanía metafísica. Sinceramente, en lo personal, no tengo ningún tipo de evidencia de que existan estas hipotéticas entidades más evolucionadas que, bajo la elemental lógica de la pirámide alimenticia, podrían usarnos como comida. Mi inquietud nace solamente de una perspectiva teórica, de que dentro de un esquema racional basado en la observación y en la experiencia de lo que conocemos en este planeta es enteramente plausible concebir la existencia de seres por encima de nosotros en la escala evolutiva. Es posible que, de existir, estas entidades hayan evolucionado a un punto en el que no sea necesario alimentarse de aquellas entidades inmediatamente inferiores –de alguna manera como algunos seres humano se rehúsan a alimentarse de los animales. Podrían alimentarse de xenón,  luz ultravioleta, imprimir sus propios alimentos en 5D o algo equivalente a la nanotecnología, por todo lo que sabemos. Pero también es muy posible que, entre la multiplicidad de seres que podrían haber evolucionado en este planeta o en otros proyectos de vida, existan aquellos para los que los seres humanos somos apetecibles. Incluso podrían existir entidades para los que somos más que una delicatessen en el menú cósmico, somos una indispensable fuente de energía en su dieta, quizás como uno de esos pollos transgénicos de granja, especialmente crecidos para alimentar a poblaciones enteras. Y no necesariamente tendrían que alimentarse de nuestra carne, de la misma forma que nosotros extraemos sustancias de algunas plantas o usamos algunos minerales para alimentar nuestra tecnología, podrían sintetizar a través de nosotros algún tipo de molécula, utilizarnos (como ocurre en Matrix) como una batería o algo aún más arcano.

En una de las pocas entrevistas en las que quiso hablar acerca de la trama subyacente de su película 2001: Odisea en el Espacio, Stanley Kubrick dijo:

Tales inteligencias cósmicas, evolucionando en conocimiento por eones, estarían tan distantes del hombre como nosotros estamos de las hormigas. Podrían estar en comunicación telepática instantánea a lo largo del universo, podrían haber logrado la maestría total sobre la materia y de esta forma se podrían transportar instantáneamente a través de billones de años luz de espacio; en su última fase podrían abandonar la forma física y existir como una consciencia incorpórea inmortal en todo el universo.

Ciertamente estas inteligencias, dioses desde nuestra limitada conciencia, podrían haber trascendido la biología y no necesitar de alimento como lo conocemos. Pero entonces podría ser que se “alimenten”  de una comida mental, de la adoración, de la energía psíquica o de otras formas sutiles de energía que podrían encontrar en nosotros.  Y estas inteligencias cósmicas podrían estar en los lugares que menos esperamos. En su ensayo La Promesa de la Serpiente, Aeolus Kephas, advierte:

En un medio ambiente predatorio, todo es alimento para alguien más, entonces, ¿por qué asumir que esto no se aplica en el campo de la conciencia o a nuestra interacción con esos “espíritus” que residen en los enteógenos que consumimos, deseosos de ser poseídos por Dios?

Según Juán García Atienza, un hombre que investigó a fondo temas de lo que llamó “la otra realidad” sin perder del todo la cordura, en los niveles de evolución consciente, ya no se trata solamente de “una dependencia irracional e instintiva” sino de la captación de una esencia que una especie consigue mediando su inteligencia y voluntad, para seguir subsistiendo y finalmente escalar la pirámide evolutiva hacia “los niveles superiores de conciencia universal”.


En este plano escalar de la evolución cósmica no existen las categorías morales del bien y el mal, existe un feroz intercambio de energía. En un universo predatorio donde la energía parece ser lo que define si una entidad puede continuar su existencia y posiblemente seguir ascendiendo hacia un “extraño atractor” (el término usado por Terence Mckenna para describir el magnetismo al final del tiempo que impulsa a la evolución) no es de esperarse que abunde la condescendencia moral. Si es que existen seres más evolucionados que nosotros que actúan de manera que favorece nuestra propia evolución, cual ángeles, seguramente lo hacen porque está conducta favorece su propia evolución al aumentar, bajo un mecanismo de feedback, su nivel energético.
Daniel Pinchbeck explica en su libro Breaking Open the Head las ideas del místico armenio George Gurdjieff:

Este proceso transformador ocurre en etapas, en el tiempo. Creía que todo, incluyendo los procesos psíquicos y los pensamientos, eran una forma material –y todo lo material, era en cierta forma, sensible. “Todo a su manera es inteligente y consciente”, dijo. “El grado de conciencia corresponde a un grado de densidad o de velocidad de vibraciones. Entre más densa la materia, menos consciente es”. En su perspectiva, el universo funcionaba como un sistema de “mantenimiento recíproco”, donde cada nivel de entidad se alimenta de las entidades inferiores. Los seres humanos, las entidades orgánicas más conscientes de la Tierra, eran alimento de los demiurgos por encima de ellos.

 La misma idea en La Gran Manipulación Cósmica de Atienza:

Toda la realidad cósmica es una constante acumulación de tensiones, de causas y efectos, un toma y daca en el que cada entidad recibe su esencia de otra y cede su energía para que, a su vez, sea utilizada por otra entidad más evolucionada, la cual procura cuidar y conservar, por su parte, la fuente de su propia supervivencia. Ese cuidado y esa conservación suponen precisamente [una] manipulación.

La pregunta de por qué no percibimos, al menos la mayoría de los humanos, a estas hipotéticas entidades podría explicarse por esta manipulación. En muchos casos es importante para el predador que la presa no sepa que está merodeando en el perímetro. O al menos que no perciba que es una amenaza para que siga haciendo lo que hace sin perturbarse. Un ejemplo de esta manipulación es imaginado por Aeolus Kephas: estas inteligencias, sugiere, pueden llegar incluso a utilizar a las plantas para coaccionar al ser humano:


Los espíritus son inteligencias inorgánicas (que podrían incluir a lo que llamamos las almas de los muertos). Siendo inorgánicos o muertos no tienen acceso a la forma física sensible.  Esta es un área en la cual no estoy seguro al cien por ciento, ya que los espíritus inorgánicos aparentemente pueden vivir en la materia orgánica, de la misma forma que los seres elementales o las hadas, se dice, pueden vivir en las rocas y en las plantas y demás. Puede ser que estos espíritus busquen específicamente experimentar la existencia humana —y hacer que seres humanos encarnados ingieran enteógenos sea una formar para lograr esto. Cualquiera que sea el caso, aparentan desear no solo congreso con sino ingreso a (y a través de) nuestra conciencia, lo cual consiguen no solo accediendo a nuestras neuronas (al tiempo que son “secuestradas” por los químicos psicoactivos) sino a toda la red a la que estas neuronas están vinculadas.

Una de las más detalladas descripciones de estos supuestas entidades que se alimentan del ser humano es la desarrollada por Carlos Castaneda, en un principio crípticamente, bajo el apelativo de los seres inorgánicos y luego, en El Lado Activo del Infinito, más explícitamente con el nombre del “depredador” y “los voladores” (que vinieron ”desde las profundidades del cosmos” a gobernar nuestras vidas) . Algunos consideran que los libros de Castaneda son ficción o que en muchos casos utiliza metáforas cuando muchas personas lo toman literalmente. De cualquier forma es una referencia ineludible en este tema. Castaneda pone en boca de Don Juán Matus:

Ellos son los que establecieron nuestras esperanzas y expectativas y los sueños de éxito o fracaso. Nos han dado la codicia, la avaricia y la cobardía. Es el predador el que nos hace complacientes, rutinarios y ególatra […] los depredadores nos dieron su mente, que se convirtió en nuestra mente.

Esta última frase tiene ecos de la filosofía gnóstica, donde los seres inorgánicos, voladores o depredadores, son llamados Arcontes (los señores planetarios), que según textos cristianos como los del Nag Hammadi, son una especie de tricksters que crean realidad simuladas, duplicados en los que el ser humano cae ilusoriamente como un pez muerde la carnada de un anzuelo.  En The Three Stigmata of Palmer Eldritch, Phillip K. Dick da voz a un Arconte interplanetario que se infiltra en la mente individual y colectiva de la humanidad:

 Lo que quiero decir es que me convertiré en todas las personas del planeta…Seré todos los colonos mientras arriban y empiezan a vivir aquí. Guiare su civilización. Es más seré su civilización.

En reiteradas ocasiones, no sabemos si de manera metafórica, Gurdjieff mencionó que los seres humanos eran “comida de la Luna”, tal vez en una resonancia con el sistema gnóstico en el que los Arcontes son vistos como rectores planetarios, generalmente siete (los siete planetas).

El investigador francés Jacques Vallee, de forma similar, dice en su libro Messengers of Deception que los extraterrestres (o cyborgs) provienen del sistema planetario local y que “el fenómeno OVNI” es “un sistema de control espiritual” que se comporta como “un proceso de condicionamiento” y que estas supuestas entidades, más que utilizar máquinas (naves) estaría alterando nuestra percepción o jugando con las leyes de la física que conocemos.
Esta aparente manipulación de la que seríamos objeto, forjando un sistema de creencias propenso a mantenernos como “carne de cañón”,  podría explicar tal vez la función que ha tenido la religión organizada en la histora del hombre. Pensadores como Marx y Nietzsche advirtieron que la religión funcionaba como una operación de manipulación psicológica destinada a despojar al hombre de su poder personal, induciéndolo a un estado de sopor y sumisión. Pese a esta remoción de la fuerza individual se generaba una adoración de las entidades y mecanismos que propiciaban dicho despojo. Incluso, por mucho tiempo, en numerosas culturas, se sacrificaban animales y seres humanos para saciar el hambre de estas entidades superiores. Pero, de existir estas entidades predatorias, ¿acaso no es justamente lo que les convendría, que pensáramos en ellas como dioses? Y así nos estuviéramos sin sobresaltos en el “humanero” y marcháramos sin resistencia al matadero.

En la Biblia en diversas ocasiones se hace referencia a la divinidad (padre o hijo) como el pastor, y al ser humano como el rebaño o el ganado. Los dioses griegos también obtienen el epíteto, en las épicas homéricas, de “pastores de hombres”. El pastor puede desarrollar cierto afecto por sus ovejas, pero a fin de cuentas lo que hace siempre es manipular a su ganado para obtener un alimento. Esta es la esencia de un pastor y un rebaño.
Ahora bien si es que existen estas entidades, más allá de que presentan un aspecto en primera instancia terrorífico y en segunda, y más importante, representan un obstáculo insoslayable para la continuidad evolutiva del ser humano y la libertad del individuo, esto es de ninguna manera algo que deba tomarse a mal. En cierta forma, en el divino misterio del universo, aquello que está por encima de nosotros, ángel o vampiro, es lo que nos propulsa, nos jalonea hacia arriba, nos motiva a superar el estadio actual de víctimas de la realidad predatoria. Explica Castaneda en palabras de Don Juán:
Los voladores son una parte esencial del universo… y deben ser tomados como lo que realmente son – increíbles, monstruosos. Son el medio por el cual el universo nos pone a prueba.
 El maestro Gurdjieff hace la arenga:

Las posibilidades de evolucionar existen y se pueden desarrollar en individuos aislados…
Las fuerzas que se oponen a la evolución de las grandes masas humanas también se oponen a la evolución de cada hombre. Toca a cada uno chasquearlas.

En cierta forma, si existen, estas entidades son como los guardianes del Castillo –o del Paraíso: tanto la espada del arcángel como la promesa de la serpiente… Como aquel irritante ujier que impide la entrada a la Ley (divina) a la transpersonalización de Kafka en El Proceso, son terribles, inmisericordes e insondables, pero también imprescindibles si queremos acceder a esa realidad superior, a ese misterio que nos llama desde la profundidad de nuestro espíritu, en la que se disuelve el universo y la totalidad de la existencia. Están ahí, al final del nivel, y definen si nos toca Game Over (y volver a empezar en la rueda de las vidas) o  alcanzamos el tálamo de la Princesa (el dote de Gaia-Sophia).

Twitter del autor: alepholo

Fuentes: http://pijamasurf.com/2012/07/somos-el-alimento-de-los-dioses/

detrasdeloaparente.blogspot.com.es/2012/07/wotan-y-baphomet.html

http://pijamasurf.com/2012/07/i-pet-goat-ii-genial-animacion-sobre-la-conspiracion-y-el-despertar-cosmico-del-ser-humano-brujeria-en-3d/