* Santo Grial, San-gre-real, la de
María Magdalena
* La trágica muerte de los
apóstoles y los evangelistas
En la parte final de El Evangelio
Según Jesucristo, de José Saramago, Jesús está muriendo clavado ya en la
cruz, en la cima del Gólgota, cuando de pronto el cielo se abre de par en par
por encima de su cabeza y aparece Dios, “su
voz resuena por toda la tierra diciendo, Tú eres mi hijo muy amado, en ti pongo
toda mi complacencia. Entonces comprendió Jesús que vino traído al engaño, como
se lleva al cordero al sacrificio, que su vida fue trazada desde el principio
de los principios para morir así, y trayéndole la memoria el río de sangre y de
sufrimiento que de su lado nacerá e inundará toda la tierra, clamó al cielo
abierto donde Dios sonreía: ‘Hombres,
perdonadle, porque él no sabe lo que hizo’ “.
Casi adivinamos el reclamo de Jesús: ¿Por qué me dejas morir en la flor
de la vida? Apenas tengo 33 años, podía haber hecho mucho más aquí en la tierra
que sirviendo de sacrificio para enmendar uno de tus errores. ¿Muero para lavar
las culpas de los hombres que tu forjaste? Como Dios todopoderoso que eres
podías haberlos hecho mejores. Estás matando a tu propio hijo.
Antes, durante La Última Cena, los apóstoles le reprochaban que echara
en cara a Dios la suerte que le esperaba y él les decía que si Dios quisiera lo
podía callar, “Tú sabes, Pedro, que
seré crucificado… Pero no te dije que tú mismo y Andrés y Felipe lo
seréis también, que Bartolomé será
desollado, que a Mateo lo matarán
los bárbaros, que a Tiago, hijo de Zebedeo, lo degollarán, que el segundo Tiago, hijo de Alfeo, será lapidado, que Tomás morirá por una lanza, que a Judas Tadeo le aplastarán la cabeza,
que Simón será partido en trozos por
una sierra… Tú, Juan, llegarás a
viejo y de viejo morirás, en cuanto a ti, Judas
de Iscariote, evita las higueras, porque te vas a ahorcar en una con tus
propias manos… Moriremos por tu causa (le dicen los apóstoles)… Por causa de
Dios, no por mi causa, respondió Jesús”.
Los Evangelios relatan la vida de Jesús, o parte de ella. Hubo muchos,
cuatro reconocidos en la Biblia, los de Marcos, Mateo, Juan y Lucas y a los
demás, después de un “detenido análisis”, la Iglesia los llamó apócrifos.
Dan Brown, en El Código Da Vinci,
da a conocer su versión: María Magdalena no fue una prostituta, era en realidad la
esposa de Jesús, con quien tuvo una hija y al morir éste en la cruz los
apóstoles debían cuidar a la hija que era evidentemente de sangre real; eso
significa realmente Santo Grial: sangre
real, no se trata de la copa en que bebió Jesús durante La Última Cena.
Algunos investigadores van más allá y afirman que los reyes son
descendientes de María Magdalena y Jesucristo vía los reyes merovingios, y que
por tal motivo tienen razón cuando afirman que su poder emana de un designio
divino.
Posteriormente, se lee en El Código…, se constituyó el Priorato de Sión, que contaba con
miembros como Isaac Newton, Sandro Boticelli, Víctor
Hugo y Leonardo Da Vinci. Su función era proteger a los descendientes de Jesús
y María Magdalena, así como la tumba de ésta, cuya ubicación no será revelada
ahora porque pertenece al final de la novela de Dan Brown, que se saborea si se
lee de principio a fin.
Un análisis del cuadro de La Última Cena de Leonardo Da Vinci, en esta
novela, revela que quien está sentada a la diestra de Jesús, que se creía era
Juan, es en realidad María Magdalena, su esposa y la verdadera sucesora de éste
y en consecuencia cabeza de su Iglesia, desplazada y perseguida por quienes
fundaron el catolicismo.
Seguramente los apóstoles también deben haberse preguntado qué mal
hicieron para recibir la muerte trágica que tuvieron, cuando “su único pecado”
fue haber estado al lado de Jesús en sus últimos días y dedicarse a divulgar su
vida y su obra tras la crucifixión en el Gólgota.
Sobre la muerte de los apóstoles no hay nada escrito en la Biblia, salvo
sobre Jacobo en Hechos 12:2, donde asientan que murió “a espada” (decapitado),
por Herodes. Todo lo que hay son leyendas, novelas, relatos que van desde los
armados por novelistas famosos como Irving Wallace hasta los de diversas
organizaciones religiosas que no citan fuentes. Son parte ya del mundo de la
mitología, al cual pertenecen también todos los libros sagrados de diversas
religiones, incluida la Biblia.
La muerte de los apóstoles y los
evangelistas
1. Sobre Bartolomé, hay dos
versiones. Recorrió Arabia buscando adeptos. Hasta la India llegaron noticias
de este apóstol. La primera versión indica que Bartolomé fue amarrado, metido
en un saco y arrojado al mar, donde habría muerto ahogado; la segunda asegura
que fue desollado vivo.
2. Santiago, hijo de Zebedeo, murió en el año 44 de nuestra era. Lo decapitaron
o lo mataron a cuchilladas por orden del rey Herodes Agripa I.
3. Andrés, hermano de Pedro,
fue crucificado. Perseguido y sacrificado en el Asia Menor, en el Ática. Otras
versiones ubican su muerte en la península ibérica. Hasta el final, denostó a
sus captores.
4. Judas Iscariote se
suicidó. Se ahorcó, colgándose de un árbol, una higuera, por los remordimientos
que tuvo después de vender a su maestro. Esta es la versión difundida por la
Iglesia, sin embargo, la publicación del Evangelio según San Judas dice otra
cosa: que Judas actuó siempre de acuerdo con Jesús. Dante, en la Divina
Comedia, dice que vive en el último círculo del infierno.
5. Pedro, Simón el pescador, llamado después
padre de la iglesia católica, fue crucificado por órdenes de Nerón a los 75
años de edad, en el 67 de nuestra era. Se consideraba indigno de morir igual
que su Maestro y pidió que lo crucificaran con la cabeza hacia abajo.
6. Juan fue el único de los
apóstoles que expiró por muerte
natural, a los 100 años de edad. En diversas ocasiones intentaron asesinarlo,
sin conseguirlo; en una de ellas le prepararon un recipiente con aceite
hirviendo, para echarlo en él, pero no lo lograron. El emperador Domiciano lo
desterró a la isla de Patmos, con la indicación de que se pusiera a trabajar en
las minas. El y Santiago, su hermano, fueron los llamados "hijos del
trueno".
7. Santiago, hijo de Alfeo,
no murió cuando lo arrojaron desde lo alto del templo de Jerusalén, pero una
vez en el suelo fue apedreado hasta que acabaron con él.
8. Tomás viajó por todo el
oriente. Recorrió Media, Pertia y Persia
—actual Irán—; buscaba seguidores. Sus andanzas culminaron en la
India, en la ciudad de Corarandel, donde le
atravesaron el pecho con una lanza. Otros relatos dicen que murió en Siria o en
la India.
9. Felipe murió ahorcado. Su cuerpo quedó colgado de uno de los
pilares del templo de Hierápolis, en Asia Menor.
Dicen que Benedicto XVI afirmaba que había muerto crucificado o lapidado.
10. Mateo estuvo 15 años en
Palestina. De allí pasó a Etiopía donde fue acuchillado. Otras versiones dicen
que murió en Salamis, actual Turquía.
11. Judas Tadeo, primo de
Jesús y hermano de Santiago el menor, fue perseguido y murió alcanzado por las
flechas que le lanzaron sus asesinos. Otro relato ubica su muerte en Persia.
12. Simón Cananeo fue
torturado de tal manera que no sobrevivió. Su martirio lo ordenó el emperador
Trajano, en Persia, actual Irán. Otros dicen que murió en Egipto.
13. Marcos fue arrastrado por
las calles de Alejandría, Egipto, hasta que murió.
14. Lucas murió en Grecia,
ahorcado. Lo colgaron de un olivo.
15. Esteban murió apedreado.
16. Matías fue apedreado y
después decapitado.
17. Bernabé también murió
apedreado, en medio de la burla de sus asesinos, los judíos de Salamanis.
18. Pablo de Tarso, o Saulo de Tarso, de quien se dice que
fue el único que verdaderamente existió y escribió gran parte del Nuevo
Testamento, murió en Roma, decapitado por orden de Nerón.
Los doce primeros fueron los
apóstoles que acompañaron a Jesús en La Última Cena, de acuerdo con la
pintura de Leonardo Da Vinci (vista
de izquierda a derecha), realizada en 1498. Aunque recordemos que el personaje
número seis podría ser María Magdalena, según Dan Brown.
Tal cena se llevó a cabo en el mes de abril, antes de la pascua judía,
en el primer piso de un edificio que les prestó un desconocido.
Los platillos que se sirvieron fueron hierbas amargas y pan sin
levadura.
La copa que pasó de mano en mano fue después llamada el Santo Grial, Sagrado Grial o el Cáliz de plata. Pero nuevas investigaciones
recogidas en diversos libros, como El Enigma Sagrado (The Holy Blood and The
Holy Grial) (La Santa Sangre y el Santo Grial) de Michael Baigent y otros; o en
la novela El Código Da Vinci, de Dan Brown, sostienen que las palabras Santo Grial
no se refieren a una copa, sino que provienen de Sangre Real y se refieren a María
Magdalena, que habría sido la esposa
de Jesús y madre de su hija, como se mencionó párrafos antes.
Fuente: http://www.codigodiez.mx/Textos%20ht2/perdonenadios.html
Fuente2:http://nadatedigotodotelocuento.blogspot.com/2014/04/el-santo-grial-la-verdadera-historia.html
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