Como si se tratara del guión de una película de dudosa calidad, en 1978
Jean Pierre Jorde, investigador del fenómeno ovni, recopiló un caso
ocurrido en las arenas de Egipto, que también fue difundido por el
periódico californiano "La Nación" y varias más, dándole difusión
mundial.
La pirámide de Snofru, en Dashur (Egipto), al igual que
las que la rodean, no había sido estudiada en profundidad por
encontrarse en una zona militar restringida de alto secreto. Sin
embargo, debido a una política de cooperación entre el gobierno egipcio y
el israelí, el presidente Anwar el Sadat, en un alarde de generosidad,
permitió a un grupo de arqueólogos israelíes realizar excavaciones al
norte de la pirámide de Snofru.
A mediados de febrero de 1978,
cuando los investigadores se hallaban a 15 metros de profundidad
explorando terreno virgen, descubrieron enterrado un disco de 120
centímetros de diámetro apoyado en tres patas, que se hacía más grueso
hacia el centro, llegando a alcanzar los 3 metros; era de un material
metálico suave y brillante que no parecía afectado por el paso del
tiempo. Cuando examinaron el interior de la caverna no se encontraron
con antiguos ídolos o herramientas típicamente egipcias, sino con
tableros y equipos electrónicos en perfectas condiciones de
conservación.
Ante la magnitud del descubrimiento los
investigadores decidieron sacar gran cantidad de fotos, mientras el
resto del equipo cubriría con una lona la caverna y continuaría los
trabajos de excavación a la espera de instrucciones.
Operación 'Entebbe'
Las fotos llegaron al Ministerio de Defensa de Israel y se reunió el
Zahal (consejo militar ultrasecreto) para discutir la solución al
problema de qué hacer con el objeto. El resultado llegó de madrugada con
la conclusión de que tenía que ser recuperado y llevado al país para el
estudio y aprovechamiento de la tecnología con fines preferentemente
militares. Para ello se elaboró la operación "Entebbe". Un pequeño
comando con lo mejor del ejército se infiltraría sin ser detectado en
tierras egipcias hasta llegar al emplazamiento del artefacto, que sería
trasladado de vuelta a Israel.
La operación fue planeada a toda
prisa y se dio como fecha el 1 de marzo, se preveía un enfrentamiento
con las fuerzas egipcias. En la operación participarían tres aviones
Hércules 103 E como transporte; uno llevaría un hospital de campaña y
los otros, cuatro jeeps y armas ligeras con 100 comandos. Además, un
Hércules 103 H (conocido como hipopótamo) trasladaría un camión de
arrastre de 10 mil kilos encargado de transportar la valiosa mercancía.
Para cubrir el área y asegurar el éxito, un escuadrón de aviones F4
también participaría en la operación.
A las 13:00 horas, los
aviones llegaron según lo previsto a la excavación. Los egipcios
mandaron un pequeño contingente sospechando que algo más o menos
importante intentaban llevarse sin sospechar la importancia de la
operación. De modo que saltaron de sus vehículos y formaron un frente de
batalla a cierta distancia.
Los morteros israelíes no paraban de
bombardear a las tropas enemigas mientras los cañones antitanque se
cebaban en los vehículos egipcios, que no esperaban una lucha tan
desesperada. La calidad de las armas israelíes y el ser tropas de élite
dio la victoria sobre un enemigo superior que intentaba en vano
rodearlos o abrir brecha en sus filas.
Cuando el convoy por fin
pudo partir con 15 minutos de retraso sobre el horario, 11 comandos
estaban muertos y otros tres heridos; en los alrededores de la
excavación yacían innumerables cuerpos de los soldados egipcios muertos o
heridos sobre las arenas del desierto, frente a la pirámide de Snofru.
Al amanecer aún quedaban 800 km de desierto por recorrer y el
combustible escaseaba. Entonces entró en acción el quinto avión
Hércules, que aterrizó en las inmediaciones proveyendo gasolina,
repuestos y aceite. Continuaron la dura marcha siempre con
enfrentamientos, las bajas fueron grandes en ambos bandos, pero al fin
llegaron a su destino.
'Sí, valió la pena'
¿Mereció la
pena tanta sangre? ¿Sirvió de algo crear una situación internacional tan
delicada por un misterio? El motivo de tanta muerte y sangre derramada:
un OVNI enterrado bajo las arenas del desierto hace miles de años, con
una tecnología superior a la nuestra, esperando a ser desenterrado para
darle un uso según nuestra conciencia.
Los israelíes sostienen
que mereció la pena más que de sobra, pero mantienen el secreto sobre lo
que contenía el objeto, aunque sí adelantan que han desarrollado armas
de extraordinaria potencia y otras están a la espera de que los
científicos puedan desentrañar sus secretos.
Lo cierto es que si
bien se nos ha "vendido" la idea de que los Estados Unidos poseen un
ovni o tecnología extraterrestre, también es posible que otras naciones
la posean. Un argumento a favor de esta teoría es que el avance
tecnológico que se está experimentando en este siglo está fuera de lugar
y es más que raro si se observa la historia de la humanidad.
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